Los sordos defienden su silencio

 LOS SORDOS DEFIENDEN SU SILENCIO


Comentarios

  1. En este artículo hace referencia a la identidad como comunidad sorda. Cada una de las familias sordas quieren y desean tener un hijo/a sordo, por el hecho de que se encuentran en una comunidad en la cual tienen una serie de elementos comunes como valores, idioma, historia y costumbres compartiendo entre todos un objetivo en común.
    Hay quienes dicen que los padres no son personas para quitarles la identidad del hijo sobre si tiene que ser sordo o no pero también se puede con esto aparecer un conciencia de grupo.
    Para ellos no es una limitación, sino lo ven como algo positivo estar dentro de esta comunidad, ya que todos ellos persiguen un objetivo común y brindan por sus derechos.
    En definitiva, de una situación en la que su discapacidad les condenaba a la exclusión social han pasado a otra en la que reclaman una identidad sociocultural basada en que comparten un mismo lenguaje, el de los signos.

    ResponderEliminar
  2. En este artículo se habla de la identidad que tiene la comunidad sorda y se explica un poco porqué los sordos quieren y prefieren que sus hijos sean sordos también. Esto ocurre por el simple hecho de que si los hijos de padres sordos son también sordos, la comunicación será mucho más fácil y sienten que su familia está más unida, ya que si sus hijos fueran oyentes, igualmente podrían tener un proceso de comunicación, pero sería más distante ya que tendrían que llevar a los niños a que hablaran con con otros oyentes.
    Por otro lado, hace referencia a que hay algunas personas que piensan que los padres no pueden decidir sobre el destino de sus hijos, y muestra como los sordos luchan por defender el hecho de querer que sus hijos sean sordos debido a las razones ya mencionadas antes y por el hecho de que ellos no ven su sordera como algo malo, sino que lo miran desde el lado positivo, ya que, según una entrevistada para el artículo, "ellos pueden hacer lo que quieran, menos oír".

    ResponderEliminar
  3. En primer lugar, el artículo habla de una madre y un padre que al decidir tener hijos optaron por un donante de semen sordo, ya que para ellos era un orgullo y les llenaba de alegría poder tener hijos sordos. Para muchos padres sordos, tener hijos sordos a parte de ilusionarles, hace que la comunicación con ellos sea más fácil. Para muchos, tener hijos oyentes no sería lo ideal ya que tendría que relacionarse con otras personas oyentes y los padres no se sentirían preparados para ello.

    También habla sobre como los sordos han sido oprimidos y discriminados durante años, prohibiéndoles utilizar la Lengua de Signos. La mayoría sienten vergüenza al utilizar la lengua oral ya que saben que no lo hacen igual de bien que una persona oyente y eso hace que prefieran utilizar la Lengua de Signos u otros recursos.

    Además menciona como la ausencia de la educación en las dos lenguas da lugar a que el 80% sufra analfabetismo funcional y como el 1% de ellos accede a la universidad por su tradición oralista.

    Por último cabe destacar que en España la lengua de los signos es utilizada por alrededor de medio millón de personas. Este artículo fue escrito en 2002, año en el que esta lengua no era reconocida como una lengua oficial. Las personas sordas reclamaron que fuese reconocida como tal, y así es como más tarde, mediante una gran lucha, el 24 de octubre de 2007 se publicó el Boletín oficial del Estado la ley 27/2007 de 23 de octubre, por la que se reconoció la Lengua de Signos española y se regularon los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas con discapacidad auditiva y sordociegas.

    También es preciso señalar que los sordos también reclaman desde hace tiempo que se generalice el subtitulado de los medios audiovisuales.

    Esmeralda Solís

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. ADRIANA ALEXIE
    En este texto una mujer llamada Gemma nos cuenta cuál fue su reacción al enterarse de que su hijo iba a ser sorda como ella y su familia. Estaba muy feliz ya que deseaba un niño sordo aunque su marido no tenía ciertas dudas.
    A parte de ella, se comenta como hay más familias que también desean tener niños sordos. Incluso que recuren a técnicas clínicas para así tener más probabilidades de que su hijo no fuera oyente. Este acto creó bastante polémica desde un punto de vista donde los padres puedan elegir como serán sus hijos.
    Anteriormente la mayoría de la gente no quería tener hijos sordos pero después de analizar más casos como este, se va cambiando esa mentalidad. Muchos padres se enorgullecen de tenerlos ya que para ellos que también son sordos es una alegría que sus hijos formen parte de la Comunidad sorda.
    Se comenta que para la mayoría de los no oyentes el hecho de no escuchar no les importa ya que no les afecta a realizar plenamente su vida diaria. Simplemente tienen una forma de comunicación distinta pero no por eso no se integran en la sociedad y participan activamente en ella.
    Dentro de la Comunidad Sorda, no todos saben signar, eso supone una minoría de la comunidad.
    Se comenta el caso de una pareja que tuvo un niño sordo y se les ofreció la posibilidad de que el siguiente que pudieran tener no lo fuera. Los padres rechazaron la proposición ya que estaban orgullosos de que sus hijos no fueran oyentes ya que la relación entre los hermanos podría verse afectada de manera negativa.
    Numéricamente se menciona que no todas las personas que emplean lengua de signos es por necesidad, si no que hay muchas personas que la usan por otros motivos como los familiares.
    La mayoría de los sordos padecen la sordera una vez aprendido a hablar y por lo tanto la lengua oral es su primera lengua. Erróneamente asignamos el término "sordomudo" a estas personas pero no es correcto.
    Este problema es originario principalmente por la falta de educación de la misma en los centros educativos. Se expone como en un centro hispanoamericano se propone que los alumnos sepan tanto la lengua oral como la lengua de signos.
    Gemma recuerda que odiaba ir al colegio ya que la obligaban a aprender la lengua oral e incluso llegar a prohibírsela.
    Debido a estas costumbres, muchas personas con sordera es analfabeta y eso conlleva a que una extremada minoría no pueda acudir a centros de enseñanza superiores y poder formarse en el ámbito educativo.
    Finalmente una pareja hace mención sobre cómo la gente analiza a las personan con sordera, argumenta que no es una enfermedad sino que simplemente no escuchan como la mayoría de las personas. Sus hijas saben lo que sucede y están muy contentas con su identidad.

    ResponderEliminar
  6. Antiguamente, la sordera condenaba a los sordos a la exclusión social, ahora reclaman una identidad sociocultural basada en que comparten un mismo lenguaje, el de los signos.

    Varias madres en el artículo hacen referencia a su felicidad cuando saben que van a tener hijos sordos, como ellas, y el hecho de no oír no significa una limitación ya que hacen vida normal.

    Actualmente en nuestro país, del casi millón de sordos que viven en España, según el Instituto Nacional de Estadística, todavía son una minoría los que saben signar y participan de esta identidad.

    Si Gemma hubiera tenido un hijo oyente, se hubiera sentido un poco apartada de él, él tendría dos lenguas maternas, pero habría que llevarlo con gente para que hable.

    La CNSE calcula que hay unos 100.000 sordos usuarios de la lengua de signos, aunque otras 400.000 personas que oyen la utilizan por motivos familiares, profesionales o de amistad.

    En el artículo hace referencia a la opresión que vivían las personas sordas, prohibiéndoles signar y sobre todo, hacerles hablantes, como consecuencia, les daba vergüenza signar en frente de otras personas oyentes.
    Para concluir, mi opinión en este tema, es que se creen más asociaciones para personas sordas para que aprendan la lengua de signos y la lengua oral en partes iguales en caso de que tengan familia o amigos oyentes o incluso si la propia gente sorda lo pide.

    ResponderEliminar
  7. Resulta curioso imaginar lo distinto que puede ser para dos mujeres el hecho el hecho de tener un hijo y enterarse de que va a ser sordo. Si tuviera que hablar desde mi propia experiencia, cuando me he parado a pensar en el supuesto de quedarme embarazada, no se me ha pasado por la mente la posibilidad de que mi hijo pudiera nacer con una deficiencia auditiva. Pero probablemente esta noticia, en un primer momento, me impactaría. En cambio, en las experiencias contadas en este artículo, podemos apreciar que las protagonistas no solo se alegran de que su hijo nazca sordo, sino que buscan que esto sea así acudiendo a los avances científicos.

    Esta conducta es producto de la visión que los sordos tienen sobre su cultura. Ellos valoran mucho tener familia sorda porque así saben que podrán sentirse parte de la comunidad y, de esta manera, compartir experiencias, valores comunes, sentimientos… Incluso piensan que si su hijo fuera oyente la relación que tendrían no llegaría a ser tan estrecha, pues se terminaría relacionando también con oyentes y se produciría cierta separación. Esta concepción, a mi entender, es algo contradictoria pues se entiende que los sordos no solo van relacionarse entre sí sino que también van a participan activamente en la sociedad y en valores de los que también participan los que oyen.

    Por tanto, puedo entender que una madre sorda tenga el deseo de que su hijo nazca en sus mismas condiciones y de esta manera poder compartir experiencias y visión del mundo, pero lo que pongo mas en duda es el hecho de “jugar a ser Dios” confeccionando niños “a la carta” para que nazcan con las características deseadas. Opino que traer un hijo al mundo debe ser motivo de alegría sean cual sean sus condiciones, y que este merecerá todo el amor que puedas darle.

    ResponderEliminar
  8. Lucía Sánchez Arcas

    Este artículo remueve sentimientos personales de tres parejas en concreto, las cuales dos son sordas y una oyente. Estas parejas mantienen algo en común, y es la sordera de sus hijos, solo que únicamente comparten ideas distintas.

    Las parejas sordas preferían tener hijos sordos, pues una de ellas recalca que la cercanía hacia ellos es lo primero y que, si fuesen oyentes, tendrían dos lenguas maternas y eso les alejaría del núcleo familiar. Además, dice que al fin y al cabo todos pertenecen a una misma identidad o comunidad, y se les reconoce por ello. Aunque creamos que esto es un pensamiento egoísta, hay que considerar que es normal que prefiera que su hijo sea sordo, ya que todo padre quiere tener numerosas cosas en común con su hijo para sentir ese núcleo familiar. Algo que me ha impactado es la frialdad con la que se les trataba a los sordos tiempo atrás en las escuelas, porque no creo que actualmente la gente considere que ponerle unos cascos y hacer repetir todo lo que decía la profesora o la persona que fuera sea algo moral y adecuado.

    Por otro lado, hablamos de la pareja oyente, que defienden completamente la identidad de sus dos hijas sordas, ya que como dicen "no implica ninguna diferencia".

    Llego a la conclusión leyendo todo esto a que cada persona tiene ideas completamente distintas, y es depende de esto el poder "aceptar" a un hijo sordo u oyente, como en estos casos. Si me pongo en la situación de tener un hijo sordo, le aceptaría tal y como es, sin miedo a sentir esas pequeñas "diferencias" con él/ella. Cada persona es como es y no es un motivo para sentirme alejada de mi hijo, ya que todos somos diferentes, y no veo el tener un hijo sordo un impedimento.

    ResponderEliminar
  9. Este articulo trata sobre tres familias con hijos sordos, como en dos de ellas sus progenitores también lo son y al enterarse de que sus hijos estarán en sus mismas condiciones la alegría en ellos es inmensa, ya que es muy algo positivo, una de las madres apunta en el artículo “La relación no sería tan buena, porque habría que llevarlo con otras personas para que hablara y nos sentiríamos separados”.

    También hacen referencia a la comunidad e identidad sorda, a la opresión que durante años han vivido, la prohibición de usar la lengua de signos para comunicarse y la obligación de utilizar la lengua oral y las dificultades con la que se encuentran a la hora de estudiar.

    En el artículo también se comenta cuantas personas en España utilizan aproximadamente la lengua de signos y la vergüenza que muchos de ellos han pasado por no dejársela utilizar y obligarles a comunicarse con la lengua oral. “Aunque hablen, los sordos sienten mucha vergüenza porque saben que no son totalmente hábiles con la palabra. Prefieren utilizar su lengua y otros recursos para comunicarse”, precisa Rodríguez.

    Este artículo me hace reflexionar sobre si tendría un hijo sordo a que dificultades se enfrentaría en su día a día y como se integraría en la sociedad, la importancia que tiene utilizar la lengua de signos para el desarrollo del lenguaje.

    ResponderEliminar
  10. Los sordos a los que le condenaba su discapacidad auditiva a la exclusión social, han pasado a una realidad en la que reclaman una identidad sociocultural basada en que comparten un mismo lenguaje, el de los signos.

    Los sordos hablan de identidad común porque son usuarios de una misma lengua, con valores y tradiciones comunes. Pero no es un gueto, porque participan activamente en la sociedad y en valores de los que también participan los oyentes.

    La organización CNSE defiende la concepción sociocultural del sordo, una posición que es muy controvertida, y calcula que hay unos 100.000 sordos usuarios de la lengua de signos, aunque otras 400.000 personas que oyen la utilizan por motivos familiares, profesionales o de amistad. Del casi millón de sordos que viven en España, según el Instituto Nacional de Estadística, todavía son una minoría los que saben signar y participan de esta identidad.

    La proporción de usuarios es tan baja respecto al total de sordos porque la gran mayoría padece una sordera que les llegó después de que aprendiesen a hablar, y la oral es su primera lengua. Pero ha sido sobre todo la educación la que ha marginado la lengua de los signos, que llegó a estar prohibida, ya que tradicionalmente, el objetivo de la enseñanza a los sordos era que hablaran. El uso de los signos en la enseñanza es por tanto muy reciente.

    Aunque hablen, los sordos sienten mucha vergüenza porque saben que no son totalmente hábiles con la palabra. Prefieren utilizar su lengua y otros recursos para comunicarse. La ausencia de educación en las dos lenguas provoca que, de los sordos usuarios de la lengua de los signos, el 80% sufra analfabetismo funcional, llegando a la universidad únicamente el 1% de ellos.

    ResponderEliminar
  11. En este artículo se habla de cómo sí existe una identidad sociocultural, que es la que comparte la Comunidad Sorda.

    Se constata por las numerosas experiencias contadas en este artículo, por las familias sordas con hijos sordos. Por ejemplo, Gemma García se alegró muchísimo al saber que el hijo que esperaba también sería sordo. Igual que, Sharon Duchesneau y Candance McCullough, que buscaron un donante sordo, como ellas. Que ambas familias hayan tenido ese deseo muestra la forma en cómo se perciben los sordos, remarcando la existencia de una identidad sociocultural.

    'El no oír, no significa una limitación, sino que es positiva en cuanto que yo me siento a gusto como soy, porque puedo hacer una vida normal'. Luis Cañón, presidente de la Confederación Nacional de Sordos de España (CNSE).

    La CNSE calcula unos 100.000 sordos usuarios de la lengua de signos y 400.000 personas que oyen que la utilizan. Del millón de sordos que viven en España, según el Instituto Nacional de Estadística, son una minoría los que saben signar y por lo tanto, participan de esta identidad.

    La proporción de usuarios es tan baja respecto al total de sordos porque la gran mayoría padece sordera postlocutiva. Entre los sordos españoles de 6 a 64 años, según el INE, sólo un 16,85% padece sordera prelocutiva. Aún que, ha sido sobre todo la educación, la que marginó la lengua de signos hasta llegar a estar prohibida. Tradicionalmente, el objetivo de la educación para los sordos era que hablaran.

    Hubo diferentes estudios que demostraron que no se podía crear en los sordos una competencia lingüística en una lengua que no conocen, si antes no tienen una natural.
    La ausencia de educación en las dos lenguas provoca qué, de los sordos usuarios de la lengua de los signos, el 80% sufra analfabetismo funcional. Y sólo el 1% de los sordos accede a la Universidad.

    Concluyo con la idea de Antonia, mamá oyente de dos hijas sordas, 'Si los Sordos son muy conscientes de lo que son y de lo que no pueden hacer, se enfrentarán a la vida con más fuerza'.

    ResponderEliminar
  12. Habla sobre el derecho de los padres sordos puedan escoger tener hijos sordos, como una mujer se puso contenta cuando se entero que su hijo era sordo , como unas mujeres escogieron para inseminación artificial escogieron una persona sorda, o como otra pareja no quiso que el medico evitara que su hijo fuera sordo
    Para ellos es mu importante tener familia sorda para poder escoger como quieren que sea su hijo, lo que ha provocado mucho debate. También quieren que aprendan el lenguaje de signos y poder hablar con ellos de ese modo

    ResponderEliminar
  13. El artículo relata brevemente las historias de tres parejas, dos de ellas sordas y la otra pareja oyente con hijas sordas; sobre cómo es la situación de embarazo ante el nacimiento de un hijo/a sordo/a. Estas mujeres comparten un mismo deseo, y es tener una familia con hijos/as sordos/as porque es positivo, y piensan que al tener un hijo/a oyente al hablar en lenguaje oral se sentirían un poco separados. En cambio, la pareja de oyente, defienden la identidad cultural de sus hijas, porque no es ningún obstáculo para hacer su vida normal, ya que pueden utilizar la lengua de signos o señas para poder comunicarse.

    La CNSE calcula que hay unos 100000 sordos usuarios de la lengua de signos y la mayoría padecen se sordera poslocutiva (aparece antes de que aprendan a hablar), aunque otras 400000 personas que oyen la utilizan por motivos familiares, profesionales o de amistad.

    Esto con lleva, que se ha desatado una polémica por si los padres tienen derecho a elegir el destino de sus hijos. Si las dos parejas sordas han tomado esa decisión, es porque realmente es algo positivo y ven la vida desde otro punto de vista que los oyentes no podemos llegar a entender. Y la pareja de oyentes, dan una elección a sus hijas que tiene que afrontar los obstáculos de la vida siendo más fuertes.

    En mi opinión, creo que cada persona es libre de decidir sobre su vida sin que nadie o nada se interponga en su camino y en este caso; una discapacidad, una enfermedad, la pérdida auditiva, etc. no tiene que ser ningún obstáculo para tu hijo/a, porque todos somos seres humanos y hay que luchar por conseguir objetivos y metas, a pesar de lo que dicte nuestra sociedad.

    ResponderEliminar
  14. Sandra Capulino
    En este artículo podemos observar la importancia que los padres dan a que sus hijos puedan disfrutar de su misma cultura. Cuando somos jóvenes no pensamos, quizás, en nuestras raíces, de dónde venimos o porque se hacen ciertas tradiciones. O bien disfrutamos en familia y ya está o bien no le damos importancia a que nuestros padres se pongan pesados por hacer “esas cosas en familia”. Pero según va pasando el tiempo te das cuenta que “esas cosas” son algo más, pueden ser una tradición de su pueblo que les recuerda a cuando eran pequeños o bien una tradición tan popular como comerse 12 uvas el día de noche vieja. No he tenido hijos y si los hubiese tenido me hubiera pasado como a la madre del artículo, hubiera pasado como a las madres del artículo, que mis hijos pertenecieran a la misma comunidad, que fueran oyentes. La mayoría de los padres piensan en proteger a sus hijos, enseñarles cosas de su infancia, compartir en familia o hacer cosas en común, pero vamos a ser realistas por un momento y pensar que si somos una familia de oyentes con un hijo sordo, tarde o temprano nuestros hijos pasaran más tiempo con sus iguales que con nosotros. Para ser sinceros ningún padre quiere eso, todos queremos que nuestra familia esté cerca, que no perdamos el contacto, que no seamos tan diferentes.
    Por eso entiendo que unos padres sordos quieran que sus hijos sean también sordos, porque al final no se van a distanciar tanto, van a compartir su cultura, van a disfrutar en familia y sobre todo va ha ser todo más sencillo. Es como pensar que está todo en orden, que eso es lo mejor para él y así lo podemos proteger más.
    Al final no somos tan distintos unos de otros, en cuanto a hijos se refiere por lo menos, ¿Qué no harías tú por tu hijo? Si pudiéramos le pondríamos el mundo a sus pies.

    ResponderEliminar
  15. El artículo publicado en El País sobre padres sordos que desean que sus hijos tengan su misma deficiencia, despierta en mí una vorágine de sentimientos. Como todo el mundo sabe, la mayoría de padres busca lo mejor para sus hijos: una dieta sana, un desarrollo correcto, experiencias de vida felices, y… ¿ser sordos en un mundo con mayoría oyente? Lo siento, desde mi más absoluto respeto, siento mis dudas respecto a esto.

    Tener una deficiencia auditiva en un mundo donde la mayoría no la posee es complicado, genera sentimientos de frustración al intentar comunicarte con otras personas y no poder, “querer y no poder”. El artículo me recuerda a una película llamada ‘La familia Belier’ donde se puede observar el comentario que realiza Gemma “si mi hijo fuera oyente, tendría sus dos lenguas. Pero la relación no sería tan buena, porque habría que llevarlo con otras personas para que hablara y nos sentiríamos separados”, en el film anteriormente nombrado esto se ve plasmado en un momento en el que la protagonista le dice a sus padres que quiere cantar y ellos responden que desearían que hubiera sido sorda, no oyente, y que cuando se enteraron de ello, se decepcionaron pero pensaron que sería “sorda en su mente”. ¿No se debería querer a un hijo/a tal y como es? ¿Las personas oyentes deben aceptar y amar a su hijo si nace sordo pero una persona con diversidad funcional auditiva si su hijo nace oyente opina que “no tendrían la misma relación”?

    Como he comentado al comienzo, esto aviva en mí sentimientos contradictorios, la Comunidad Sorda y la comunidad oyente se caracterizan por sus diferencias, siendo observable en este tema. Entiendo que la sordera es su marca de identidad, son personas sordas para lo bueno y lo malo, para ellos no es una discapacidad es ser diferente, sin connotaciones. Es importante que sus hijos sean iguales para poder realizar las mismas actividades, poder asistir a la misma asociación y poder tener los mismos ideales. Por ello, les impacta cuando les dicen que serán oyentes. ¿Deseando la sordera de tu hijo/a no le estás imponiendo una exclusión social? Vivir en un mundo donde la mayoría es diferente a ti, oye y habla oralmente, y te crean barreras por lo que no puedes acceder a todos los ámbitos (a pesar de que se están normalizando las diversidades funcionales, aún existen muchos obstáculos para la igualdad de oportunidades de este colectivo). A pesar de todo, me parece lógico que deseen que sus descendientes sean sordos para poder compartir ciertos valores, reglas y costumbres.

    Por otro lado, comprendo el impacto emocional de una familia oyente cuyo médico les comunica que su hijo/a tendrá deficiencia auditiva, pues lo mismo pasa cuando a la familia sorda les comunican que tendrán un descendiente que podrá oír. Desde mi punto de vista, la familia que se nombra en el artículo formada por Antonia, Ángel y sus dos hijas, tienen un pensamiento y comportamiento más valiente y aceptable pues quieren a sus hijas con sus diferencias a pesar de que hayan tenido que cambiar su forma de comunicarse así como sus costumbres.

    No me posiciono ni a favor ni en contra de, como ha dicho mi compañera Sandra Perea, la forma en la que han “jugado a ser Dios” confeccionando niños “a la carta”, pero en algún momento me gustaría preguntarle a sus hijos ¿qué es lo que ellos hubieran preferido? ¿habrían querido escuchar o ser sometidos a operaciones para ser semejantes a sus padres?

    ResponderEliminar
  16. El texto anterior nos cuenta la historia de una mujer llamada Gemma, la cuál nos muestra su deseo de querer que su hijo al nacer sea sordo y la alegría de ella cuando se entera de que el pequeño va a ser sordo como ella, en cambio su marido no tenía el mismo pensamiento.

    No solo ella deseaba que su hijo fuera sordo, sino que muchas personas en el mundo que son sordas, desean que sus hijos lo sean también, les proporciona felicidad y se sienten orgullosos. En muchos casos las personas sordas recurren a intervenciones y técnicas clínicas, en las que se les proporciona a sus padres un casi exacto porcentaje seguro en el cual su hijo será sordo porque se genera una modificación. Esto ha creado mucha polémica, pero actualmente el pensamiento de la gente ha cambiado mucho ya que como he comentado muchas personas sordas quieren que sus hijos también lo sean para que pertenezcan a la comunidad sorda.

    También se puede dar la posibilidad, aunque es pequeña, de que una parte de la comunidad sorda no sepa el lenguaje de signos.

    También nos cuenta el ejemplo de que una pareja tienen un niño sordo, y se les ofrece la posibilidad de que el siguiente hijo que tengan no lo sea, ellos rechazan esta propuesta porque no quieren que la relación entre los hermanos se vea afectada de forma que uno sea oyente y el otro no.

    Nos habla de que la mayoría de los sordos dejan de oir a lo largo de los años, por lo tanto ellos aprenden la lengua oral, y es su primera lengua hablada, eso provoca que no todos utilicen la lengua de signos, excepto por otros motivos.

    Debería de ser necesaria la enseñanza tanto la lengua de signos como la lengua oral en las escuelas. Gemma nos cuenta su experiencia de niña en el cole y dice que la obligaban a estudiar la lengua oral. Esto provoca que mucha gente sorda no acuda a centros educativos y sean analfabetos, y no consigan realizar unos estudios mínimos.

    ResponderEliminar
  17. El artículo relata tres parejas de las cuales dos de ellas son sordas y otra oyente. En esas familias vemos el gran énfasis que se hace a tus raíces (en este caso este énfasis se carece de mayor importancia en as familias sordas). El ver que estas dos primeras familias verdaderamente desean tener hijos con sordos como ellos hacen que se abra el debate en mi mente,
    Por una parte entiendo el concepto de que el tener las mismas cualidades que tus familiares (en estos casos tus padres) puede llegar a ser muy beneficioso a nivel personal y familiar, a parte de que no se ve como un déficit, sino como un enriquecimiento, para defender esa diversidad cultural. Posiblemente el impedimento podría llegar a ser mayor si el niño saliese oyente.

    Luego tenemos la otra perspectiva, la de las personas oyentes, que en este caso si tienen esa concepción más "extendida" al ver la sordera como un déficit, yo ahora mismo como persona oyente, no podría imaginar que mis hijos saliesen sin poder oír, incluso sabiendo las grandes facilidades que el mundo ha dado a esta Cultura, no podría imaginar que mi hijo jamás pudiera escuchar mi voz, que tal vez jamás podría yo escuchar su voz o los miles de obstáculos que él tendría.

    Por último debo de recalcar que para mi un hijo es algo más extraoficial que cualquier cosa, un hijo es alguien que crías, con el que compartes vivencias, incluso si no hay sangre de por medio o si es sordo o ciego. Todo eso es queda como algo secundario.

    Martina León

    ResponderEliminar
  18. En primer lugar, el artículo habla de una madre y un padre que al decidir tener hijos, eligieron la opción de tenerlos mediante inseminación rtificial, un hijo nació sordo y para ellos era un orgullo y les llenaba de alegría poder tener hijos sordos. Para muchos padres sordos, tener hijos sordos a parte de ilusionarles, hace que sea más fácil para ellos poder hablar y comunicarse con sus hijos. Para muchos, tener hijos que puedan oir, no es lo idóneo, ya que se verían obligados a relacionarse con otras personas que también podrían oir y los propios padres no estarían adecuados ni con la preparación necesaria para ello.

    A continuación habla sobre como las personas con sordera han sido callados y discriminados al cabo de muchísimo tiempo, llegando a prohibir usar su propia Lengua de Signos. La mayor parte tienen mucha vergüenza al tener que usar la lengua hablada ya que saben que no lo hacen de la misma manera ni tan bien que una persona que si puede escuchar y eso hace que ellos decidan utilizar como preferencia la Lengua de Signos.

    Por último podemos hacer una mención especial y es que en España la lengua de los signos es usada y practicada por alrededor de 500.000 personas. Este artículo fue editado en el año 2002, año en el que esta lengua no era reconocida como una lengua oficial. Las personas sordas hicieron todo lo posible por que que fuese reconocida como lengua oficial, y así es como mediante una gran lucha, el 24 de octubre de 2007 se publicó el BOE la ley 27/2007 de 23 de octubre, por la que se empezó a reconocer la Lengua de Signos española. Se empezaron a regular y poner en movimiento medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas con discapacidad auditiva y sordociegas.

    También quiero apreciar que desde hace un tiempo, la cultura sorda reclama que medio televisivos den las noticias de una manera especial para las personas sordas ya que actualmente no tienen medidas para poder realizar y llevar a cabo el proceso de comunicación a todas las personas sordas desde medios televisivos.

    ResponderEliminar
  19. Estefanía Galán

    En el presente artículo se nos presenta el caso de una familia y una pareja los cuales transmiten los deseos de querer que sus congénitos padezcan las mismas características que éstos, es decir, que sus futuros hijos/as sean sordos/as.

    A partir de ello, nuestra protagonista Gema, defiende su idea del porqué lo desea al igual que la pareja. Y es que reclaman una identidad sociocultural basada en un mismo lenguaje, la lengua de signos. Lo cual nos lleva a una primera reflexión personal ya que se trata de nuestros hijos, queremos lo mejor para ellos pero también la ilusión personal de poder compartir cosas, tener algo en común. Pongo el caso de por ejemplo, un jugador de tennis. Siempre he estado escuchando el “ojalá cuando tenga hijos/as, comparta el mismo amor que yo le tengo hacía este deporte”. Ya no tanto por el hecho de que vaya a ser jugador como él o que lo admire, sino el sentimiento de compartir ese lazo tan estrecho, el amor hacía un deporte. Ese sentimiento de compartir un lazo tan fuerte con una persona que forma parte de tu familia y que tan desaseando es que venga a la vida para compartir. Compartir historias, anécdotas, aficiones, etc… al fin y al cabo, vivir y compartir.

    Nuestra protagonista Gema, argumenta que así su marido y ella tendrían a un progenitor igual que ellos. Ella argumenta que a diferencia de muchas otras personas, se siente a gusto tal y como es, pudiendo hacer una vida normal. Recuerda el horror que pasó en la escuela cuando aún, primitivamente, les intentaban oyentizarles con unos cascos haciéndoles que repitieran oraciones que carecían de sentido para ella y la vergüenza que les hacían sentir cuando no se podía signar para comunicarse; lo cual, considero que es horrible. No me parece ni lógico ni coherente el hecho de que se llevará a cabo estos tipos de “métodos de aprendizaje” (por definirlo de algún modo), ya que considero que la vida ya de por sí es complicada como para ir poniendo más piedras en el camino.

    Me gustaría terminar este comentario haciendo uso de una célebre frase que se atribuye a Einstein, la frase dice así: “Todos somos unos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar un árbol, vivirá toda su vida pensando que es un inútil”.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

PROGRAMA COMUNICACION TOTAL DE BENSON SCHAEFFER